Una compañía de transporte público en los países escandinavos se convirtió en el más reciente ejemplo de uso de tecnologías avanzadas para garantizar la seguridad de pasajeros en buses. La empresa Nabina equipó 2 mil buses que circulan en Suecia, Finlandia, Noruega y Dinamarca con más de 7 mil cámaras de videovigilancia cuyas imágenes se transmiten en vivo a una central. Ante cualquier incidente, se comparten las imágenes con la policía de manera inmediata para responder a los problemas en el momento que ocurren. 

Ese monitoreo instantáneo con resolución HDTV permite incluso identificar a las personas u otros vehículos involucrados en el hecho. Anteriormente, el antiguo sistema análogo con el que contaban exigía extraer las imágenes de la cámara y ser analizadas por un ingeniero, un proceso lento y poco práctico.

Las cámaras funcionan en condiciones como vibraciones, sacudidas e impactos. Incluso, algunas de las cámaras cuentan con alarmas que se activan en caso de que alguien las bloquee o las dañe, por ejemplo, con pintura en aerosol.

La transmisión en vivo de datos desde vehículos, incluyendo buses y trenes, hacia una central es la más nueva tendencia en seguridad vehicular. 

Una encuesta global entre organizaciones vinculadas al transporte público, realizada por la Asociación Internacional de Transporte Público (AITP) y Axis Communications, señaló que actualmente solo el 28% de los encuestados visualiza en vivo las cámaras. Para el 72% de los encuestados, la posibilidad de detectar en tiempo real esos incidentes involucrando pasajeros y personal de servicio es reconocida como una nueva tendencia del mercado.

En el caso de América Latina, recientemente se ha realizado una prueba piloto en Perú con los mismos modelos de cámaras, y también ha sido satisfactoria.